martes, agosto 21, 2007

Ahora 'Ndrangheta

El asesinato de seis italianos en una pizzería de la ciudad alemana de Duisburgo vuelve a sacar a flote la presencia mafiosa más allá de las fronteras del sur de Italia. Sicilia, Campania, Apulia; tanto es lo mismo. Las organizaciones criminales basan su fuerza en su dominio del territorio a través del control del dinero, y el dinero nunca conoció fronteras. Lo triste, y como periodista me pilla de lleno, es que se siga informando de estas organizaciones como si se tratara de pistoleros, como si el mafioso fuera un señor con una pistola en la mano y sombrero en la cabeza. Nada es nuevo en este campo, y poco se puede descubrir. Quien haya metido el hocico en la cuestión sabrá que estos pistoleros están amparados y protegidos por el dinero, por el dinero de verdad. Por las grandes industrias, por las grandes sociedades que extienden sus manos hacia abajo hasta tocar el fango donde ocurren cosas como las de Duisburgo. Matar no está de moda. No da dinero, sino que lo quita. En la cuenta de beneficios las guerras entre familias, ndrinas o clanes no salen rentables a nadie, y allá arriba, donde está el poder de verdad, no gusta el ruido. Las matanzas en Calabria sin embargo destacan por ser así, espectaculares, golpes secos a la vieja usanza, sin un final seguro. Porque los hijos de los muertos y los nietos de los muertos tienen memoria. Imponer el control sobre el territorio es imponer una manera de hacer, la fuerza; hay que hacer saber quién manda. Arriba estas cosas se soportan, son males menores que en la medida de lo posible se tratan de evitar. No pasará nada, ni en Duisburgo ni en ningún lugar. Estará todo en silencio, no leeremos ni un solo renglón hasta que vuelva los muertos, la única parte visible de todo un mundo criminal en nuestros ojos. Y en Europa.

sábado, agosto 11, 2007

Arrestos del clan Lo Piccolo

Catorce personas, entre la cuales empresarios y dos ex funcionarios municipales, fueron arrestados hoy en Palermo y sus alrededores durante una operación contra la mafia siciliana, informaron las autoridades policiales. La operación permitió el arresto de "varios miembros importantes" de la estructura mafiosa que controla la zona de Boccadifalco (suburbio de Palermo), a la cual está vinculado Salvatore Lo Piccolo, un jefe de la criminalidad organizada que sucedió al jefe supremo de Cosa Nostra, Bernardo Provenzano, tras su arresto en abril del 2006. Entre las personas arrestadas figura también Calogero Caruso, considerado como el jefe del clan de Torretta, cerca de Palermo. Según la policía, Caruso mantenía los contactos entre Lo Piccolo y otros jefes mafiosos.