Cosimo Di Lauro, del clan dirigente de Secondigliano
Roberto Saviano cuenta en su libro ‘Gomorra’ (recientemente editado en castellano por Debate) cómo es el cine el que influye en los camorristas y no al contrario. Cómo las vestimentas, las poses, los gestos de muchas películas acaban siendo imitadas en las calles de las ciudades de la Campania. Cómo se copian diálogos de películas como El Profesor (Giusseppe Tornatore), El Precio del Poder (Brian de Palma), Donnie Brasco o El Padrino.
Cosimo Di Lauro, uno de los boss del clan de Secondigliano fue detenido vestido como el personaje de El Cuervo que encarnara Brandon Lee. Saviano cuenta cómo un día después todos los jóvenes de las calles del barrio llevaban esa imagen en el fondo de pantalla del móvil. Con coleta, con gabardina, vestido de negro. Un boss moderno encarnando la imagen de hombre omnipotente e inmaculado capaz de dominar el poder en la tierra donde todo se puede y todo se tiene.
Walter Schiavone, del clan casertano de Casal di Principe, se hizo construir una villa igual a la que Tommy Montana luce en El precio del Poder. Las mismas columnas, los mismos mármoles, la misma fuente en la que Montana muere en el final del film.
La mitología del cine llega a las calles, a los palacios y a la mentalidad de boss y killers. No eran así, no se parecían a nadie, salvo a ellos mismos. Ahora tienen claro cuál es el modelo a explotar: el cine les ayuda a mostrarse como quieren ser, aunque la realidad no sea el cine.Saviano cuenta la historia de dos chavales que en Casal di Principe comienzan a comportarse como verdaderos delincuentes. No llegan a los quince años, pero pasan el día reproduciendo escenas de sus películas favoritas. Pelean con cualquiera, dan palizas a novios y novias cuyo único delito ha sido pasar junto a ellos por la calle. Pronto los boss les llaman al orden, y no para felicitarles. Acabarán con un tiro entre ceja y ceja, “como en el cine”, dice Saviano. Como Joe Pesci en Uno de los nuestros, como Montana en El Precio del poder. Pero la vida no es el cine, y aquí se muere de verdad. Los cuerpos de los dos adolescentes se dejan en la playa, donde las gaviotas y los perros puedan comer algo extra. Saviano dice que eso ya no sale en las películas. Y es verdad.
Cosimo Di Lauro, uno de los boss del clan de Secondigliano fue detenido vestido como el personaje de El Cuervo que encarnara Brandon Lee. Saviano cuenta cómo un día después todos los jóvenes de las calles del barrio llevaban esa imagen en el fondo de pantalla del móvil. Con coleta, con gabardina, vestido de negro. Un boss moderno encarnando la imagen de hombre omnipotente e inmaculado capaz de dominar el poder en la tierra donde todo se puede y todo se tiene.
Walter Schiavone, del clan casertano de Casal di Principe, se hizo construir una villa igual a la que Tommy Montana luce en El precio del Poder. Las mismas columnas, los mismos mármoles, la misma fuente en la que Montana muere en el final del film.
La mitología del cine llega a las calles, a los palacios y a la mentalidad de boss y killers. No eran así, no se parecían a nadie, salvo a ellos mismos. Ahora tienen claro cuál es el modelo a explotar: el cine les ayuda a mostrarse como quieren ser, aunque la realidad no sea el cine.Saviano cuenta la historia de dos chavales que en Casal di Principe comienzan a comportarse como verdaderos delincuentes. No llegan a los quince años, pero pasan el día reproduciendo escenas de sus películas favoritas. Pelean con cualquiera, dan palizas a novios y novias cuyo único delito ha sido pasar junto a ellos por la calle. Pronto los boss les llaman al orden, y no para felicitarles. Acabarán con un tiro entre ceja y ceja, “como en el cine”, dice Saviano. Como Joe Pesci en Uno de los nuestros, como Montana en El Precio del poder. Pero la vida no es el cine, y aquí se muere de verdad. Los cuerpos de los dos adolescentes se dejan en la playa, donde las gaviotas y los perros puedan comer algo extra. Saviano dice que eso ya no sale en las películas. Y es verdad.
El libro 'Gomorra' de Roberto Saviano ha sido publicado en la editorial Debate. Su lectura es la mejor recomendación para saber de verdad cómo es la vida en la Campania italiana. Después de haber vivido allí puedo decir que muchas cosas no se ven solo con los ojos. Ha ce falta detenerse y ser uno más.
2 comentarios:
Leí el libro de un tirón este pasado puente de comienzos de mes.
Un gran libro para iniciarse con gran acierto en el conocimiento de la Camorra(aunque si has vivido allí supongo que no te descubre algunas cosas comprobadas in situ).
Mi conclusión es que no son más que unos pobres horteras analfabetos y violentos; consumidos y orgullosos de la imagen que el imaginario popular ha creado de ellos. Si no fuera por sus ramificaciones político-económicas (perplejo me ha dejado el nivel económico que mueven en el Sur de Italia) serían unos vulgares pendencieros; como sus "antepasados" que les dieron nombre en tiempos del control borbónico sobre la zona.
Todos quieren ser Tony Montana. Sólo que cuando cuando disparan, pegan o trafican drogas, mercancias y vidas; como bien has apuntado en tu exposición nadie va a decir "corten" ni va a haber créditos finales que tranquilicen al aterrado espectador por el espectáculo que acaba de contemplar(en este caso de leer)dejando claro que han asistido a una mera ficción escenificada.
Bravo por Roberto Saviano y su valentía al escribir esta (muy merecida) existosa obra. Creo que para los "mafiofilos" es más necesario conocer estos libros-testimonios que los que normalemente caen en nuestro poder basados en interminables disquisicones sobre la palabra "Mafia" o "Camorra" o que caen en la mera crónica negra y vacía sin profundizar y llegar a aportar algo de luz a un fenómeno criminal mucho más complejo de lo que parece y que hunde sus raices práctimente en el nacimiento de Italia como país unificado.
Macho MArcelo, no me había dado cuenta de lo bien que escribías hasta que me he puesto los auriculares y te he leído en el silencio de la música que yo me he elegido.
(Esto lo has escrito sin cervezas por medio)
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