martes, noviembre 13, 2007

EL FUTURO

Cuando cae uno de los grandes la pregunta siempre es la misma. ¿Ahora quién? El arresto de Lo Piccolo significa más cosas, porque no parece que quede nadie en condiciones de gobernar bajo la órbita de los corleoneses. Las señales que se pueden interpretar no son pocas, peor no es fácil hacerlo. Veamos pues:

Cosa Nostra americana: Una de las claves de la situación actual hay que buscarla en el trabajo de perdón para uno de los clanes perdedores de la guerra de los 80: La familia Inzerillo. Con el golpe de estado de Totó Riina, Provenzano y compañía el vínculo con Cosa Nostra americana se deshizo casi por completo, ya que los capos americanos eran íntimos de los mafiaperdentes, es decir, de los que fueron eliminados: Stefano Bomtate, Salvatore Inzerillo, Rosario Riccobono, Buseta... Es importante calibrar en su justa medida qué esconde el deseo de una buena parte de Cosa Nostra del retorno de los exiliados, como son algunos parientes de los Inzerillo. Eso quiere decir que hay un interés económico grande, lo suficientemente fuerte como para hacer perdonar y olvidar las viejas rencillas. Ese era el plan de Porvenzano, un plan que venía diseñándose en secreto desde hacía una década. Sinceramente, hay que pensar que ese retorno de los perdedores tiene que ver con una gran oferta de Cosa Nostra americana. Una gran oferta que tiene que ver con nuevos mercados y nuevas alianzas. En definitiva, mucho dinero.

Cómo y con quién. Ese mucho dinero y garantías de estabilidad pueden ser apetitosas para las familias sicilianas, pero pueden venir con condiciones. Con condiciones de paz duradera, por ejemplo, o algo más difícil: que haya una familia siciliana que haga de representación de Cosa Nostra americana. Es decir, que haya quien haga y deshaga y pueda poner condiciones a las demás. Si hay una familia capaz de convertirse en puente de los dos territorios esa será la que gobierne una mafia que no tendrá nunca más una comisión o cúpula al estilo de la vieja Cosa Nostra.

Sin cúpula. Esta posibilidad de que Cosa Nostra se aproxime a las formas de composición de otras empresas delictivas como la camorra, donde no existe un vértice, ya se ha manifestado en alguna ocasión. No deja de ser peligroso para tiempos de debilidad como estos, pero todo está por ver.

Lo Piccolo. Desde esta perspectiva el arresto de Lo Piccolo puede entenderse de muchas maneras. Una vez más, la investigación ha tenido que ver con las aportaciones de mafiosos detenidos. No es la primera vez que ocurre que la incapacidad de matar a un capo se cambia por una drástica decisión: entregarlo a la policía. Los opositores al plan de retorno de los Inzerillo bien pudieran estar ahora muy satisfechos: no queda nadie en condiciones de ponerse al frente de tamaña empresa.
Hay muchas más claves por descifrar, porque tampoco es muy corriente lo que Lo Piccolo ha hecho: dejar un elenco de nombres, datos, números sobre sus negocios y compañeros de parrandas. Ello puede ser un error, pero también puede ser una maniobra de quitar de en medio a los colaboradores que él tenía en su lista de sospechosos de traición.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen análisis. Respecto al vértice organizativo no creo que Cosa Nostra se avecine a formas camorristas. Aunque es verdad que las familias con el tiempo han cogido mucha más autonomía que la que tenían en tiempo de los corleoneses. Pero la figura de un lider les viene bien a las familias.
peppino

Anónimo dijo...

Se sabe qué nombres dejó escrito Lo Piccolo, respecto a sus "estrechos colaboradores y plausibles herederos"?
Quizás, sabiendo por dónde no van a ir los tiros, podrían intuirse nuevas cabezas...
Personalmente, lo de los Inzerillo o el retorno de los italoamericanos lo veo poco probable mientras no exista una mínima estabilidad en la isla...